“Es duro poner en marcha un negocio propio, pero al final vale la pena”
UNA APUESTA POR LA INDEPENDECIA LABORAL. Esteban Moliner es un joven emprendedor de les Coves de Vinromà que supo sacar rendimiento al tiempo que estuvo trabajando en una empresa dedicada al suministro de madera. A base de experiencias-y aprovechando que es “un poco manitas”, según confiesa él mismo se convirtió en el apreciado y reconocido carpintero que es en la actualidad. Y lo que es más importante: consiguió montar su propio negocio, que lleva por nombre Defusta.
Desde hace 7 años, Moliner es su propio jefe. Solo recibe órdenes de él mismo, pero reconoce que se trata de un patrón “muy duro y, sobre todo, exigente porque quiero ofrecerle lo mejor a todos mis clientes. Quiero que todo salga perfecto y eso conlleva una dedicación muy grande”. De momento trabaja él solo, aunque tiene previsto ampliar la plantilla en un futuro no muy lejano: “El problema es que en este negocio hay épocas de mucha actividad, en las que realmente me haría falta contar con un compañero más; pero hay otras muchas en que difícilmente hay trabajo para pagar dos sueldos. Por eso, espero que el crecimiento de la actividad se consolide para dar el paso de ampliar la plantilla”.
Pero Defusta no deja de crecer y de evolucionar en busca de la excelencia empresarial. Por eso, y gracias a la ayuda de los fondos europeos Leader, gestionados por el Grupo de Acción Local Maestrat Plana Alta, el carpinteo ha logrado dotar a su empresa de una moderna máquina escuadradora que sirve para corte de tablero y de todo tipo de piezas de madera. Una máquina “fundamental para mi trabajo”, explica el joven empresario, quien subraya que, hasta ahora, “me tocaba obligatoriamente mandar a cortar la madera a otras empresas, pero ahora, y a pesar de que sigo recurriendo al servicio de terceros cuando tengo un gran volumen de trabajo, puedo hacerlo yo mismo y eso se traduce en un mayor control de mi trabajo y también en un ahorro de costes porque no tengo que pagar el trabajo de terceros”. En este sentido, asegura que comprar esta máquina sin el apoyo económico que ha significado las ayudas Leader, “no habría tenido más remedio que esperar un poco más”.
El balance de estos 7 años es positivo. Se muestra muy satisfecho de los resultados obtenidos, aunque reconoce que lo de ser emprendedor “está muy bien, pero al principio es muy duro porque cuesta mucho poner un negocio en marcha, porque hay muchas incertidumbres y muchos miedos. Pero, al final, merece la pena”. A Moliner, de momento, no le falta trabajo y se ha centrado en su propio pueblo y alrededores. Defusta fabrica a medida todos aquellos elementos de madera que se necesitan en cualquier casa o, incluso para un establecimiento público, como puede ser todo el mobiliario de una cocina, puertas de paso, armarios, estanterías, tarimas… En definitiva, todo aquello que esté relacionado con la madera.
