DE BARCELONA A SANT MATEU. Casi 280 kilómetros. Esta es la distancia que separa el pasado de Asun Lafuente, en Barcelona, de su presente y futuro, en Sant Mateu. Esta fisioterapeuta y osteópata de raíces zaragozanas decidió dar el paso y trasladarse de la Ciudad Condal, el segundo municipio más poblado del conjunto de la Península Ibérica, con 1,63 millones de habitantes, a un pequeño y acogedor pueblo del Baix Maestrat. Un lugar mágico, cuyo conjunto histórico-artístico medieval está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y donde sus casi 2.000 vecinos disfrutan de una tranquilidad monacal, casi al nivel de las monjas residentes en el convento de Santa Ana.
Lafuente reconoce que ella no buscaba la calma. Sin embargo, – los motivos familiares se impusieron a su espíritu urbanita. Y, una – vez en el lugar, tenía claro que debía buscarse una ocupación. – “El cambio de un sitio a otro fue brutal, pero decidí mantener mi – profesión, pues en Barcelona ya trabajaba en una clínica privada de – f – isioterapia y osteopatía. Lo hice empezando desde abajo, viendo – cómo funcionaba”, recuerda. De este modo, montó su negocio en – una habitación que tenía en casa. Si por algo destacan las viviendas – del interior es por disponer de más espacio que los pequeños pisos – de las capitales y Asun encontró en aquella sala el lugar donde iniciar – su proyecto. Tras habilitarla, descubrió que había dado en el clavo – y que, poco a poco, se estaba ganando la confianza de sus vecinos – que, además, transmitían sus buenas sensaciones a otros llegados de – diferentes municipios de la comarca. “No he invertido en publicidad – más allá de en mi página web, pero aquí, el boca a boca es lo más – rápido que hay. Cualquier novedad, cualquier noticia, ya sea buena o – mala, se extiende rápidamente”, explica.
Un altavoz popular que resultó crucial para que, transcurridos tres – años desde que aquella pequeña sala empezara a funcionar como – la Clínica de Fisioterapia y Osteopatía Asun Lafuente, se quedara – demasiado pequeña. Había que buscar una alternativa. “Me enteré – de las ayudas Leader y pensé que era el momento de crecer. – Consideré que me podían subvencionar una parte del proyecto que – tenía en mente y así ha sido”, señala. Desde el mes de junio, esta – emprendedora presta sus servicios en una moderna y amplia clínica. – “Ofrecemos una gama de programas a corto y largo plazo adaptados – específicamente a las necesidades del paciente”, adelanta.
La apertura de este espacio ha traído nuevas prestaciones. “Por el – momento, también vienen un podólogo, una nutricionista, una – profesional de la depilación láser y, en breve, se incorporará al equipo – una psicóloga. La gente está muy contenta y tenemos mucho trabajo”, – valora.
A la hora de hacer balance, reconoce que su alma sigue siendo – urbanita y, en ocasiones, extraña aspectos de su vida anterior. Sin – embargo, destaca como ventaja fundamental la accesibilidad y la – movilidad que ofrece el pueblo, además del acceso a ayudas como – los Leader. Unos fondos gracias a los cuales ha podido diseñar el – negocio como lo imaginaba y en cuya obtención ha contado con la – colaboración del Grupo de Acción Local Maestrat-Plana Alta. – En la comarca existe competencia, pero los años le han demostrado – que con ilusión, profesionalidad y ganas de trabajar, el interior rural – puede dar mucho de sí. Es por ello que, en el caso de Asun, ahora, – las grandes ciudades han pasado a ser el lugar donde descansar y – desconectar.