“Un refugio de tranquilidad en Sant Jordi”
PARA VOLVER AL PUEBLO. En el corazón de Sant Jordi, una casa antigua de la Plaza Mayor se ha convertido en un oasis de paz y confort para alojar a los viajeros que, como los propietarios, busquen una conexión familiar y un lugar tranquilo. El alojamiento son tres apartamentos, con capacidad para hasta 12 personas, ha sido diseñado para ofrecer una experiencia única y se ha convertido no solo en la excusa de Ana Isabel para volver más al pueblo, sino en su trabajo.
La historia de esta casa comienza con la familia de Ana Isabel Ibáñez: “Vivimos en Valencia y gracias a este proyecto venimos con más frecuencia a Sant Jordi”, confiesa. Después de años de abandono, la casa que pertenecía a sus suegros, resurge de una profesional de la psicología dedicada a la atención social. Tras un tiempo de inestabilidad laboral aprovechó la LEADER: “Estaba en paro y la idea de embarcarme en un proyecto propio me motivó”, recuerda Ana. La casa se revitalizó, pasando de ser un espacio olvidado a un atractivo destino turístico en medio del pueblo.
Durante la pandemia, la rehabilitación se llevó a cabo con meticulosidad. “Era una casa vieja a la que había que hacerle muchos cambios”, explica. Con una clara visión, decidieron crear tres apartamentos, con una entrada común y llaves propias para cada uno, un spa en la parte superior, equipado con jacuzzi, sauna y una amplia terraza. La decoración, un reflejo de su amor por el arte, fue una experiencia gratificante que combinó su pasión por el reciclaje y la restauración. La inversión en la casa no solo ha sido económica, también emocional. “Sin la ayuda, no hubiéramos podido embarcarnos en este proyecto”, admite. Las reformas han incluido desde el cambio de cableado hasta la restauración de muebles antiguos, dándoles una nueva vida en el proceso.
La Casa Rural Apartamentos Plaza Mayor de Sant Jordi no solo es un lugar para alojarse; es un proyecto que busca revitalizar el pueblo y ofrecer a los visitantes una conexión auténtica con la naturaleza y la cultura local. La atención al cliente es un pilar fundamental en su filosofía. “Les recibimos, les asesoramos de dónde pueden ir y qué lugares visitar alrededor”, señala. “Creemos que son proyectos bonitos para que los pueblos cojan vida”, concluye, quien está decidida a seguir ofreciendo un espacio donde los huéspedes pueden desconectar y disfrutar de la tranquilidad del entorno.
