LOLI ORTIZ, GERENTE DE TALLERS ESTRION (VALL D’ALBA)
DESDE CERO. Loli y Paco decidieron empezar desde cero. Ambos tenían trabajo y su futuro parecía asegurado, pero querían ser dueños de su tiempo y de su destino, y decidieron lanzarse a la aventura de convertirse en emprendedores. Una apuesta por mejorar, por crecer, por evolucionar… “Queríamos ser padres y, la verdad, no nos gustaba mucho la idea de criar a nuestro hijo en una ciudad o pueblo grande como donde estábamos viviendo”, explica Loli. Era 2008, el año en que se desató la gran crisis, pero nada logró asustar a la joven pareja que recaló en Vall d’Alba para montar un taller de reparación de coches e iniciar una nueva vida tanto a nivel profesional como personal.
La elección del nuevo destino no fue casual. Loli conocía muy bien Vall d’Alba porque había pasado muchos veranos en la localidad “y, además, en aquella época no había ningún taller de chapa y pintura, y pensé que había un hueco para nuestro negocio”. Y, casi de la noche a la mañana, nació Tallers Estrion con Loli Ortiz como gerente y, su marido, convertido en jefe de taller. Una nueva y apasionante aventura para los dos.
El mundo rural “ofrece muchas posibilidades para emprender”, afirma Loli, quien recomienda a todos los que buscan trabajo o quieren montar un negocio propio que no se limiten a la ciudad en la que viven o a los grandes municipios: “Deben mirar hacia el interior de la provincia, porque seguro que encuentran grandes oportunidades”. Tallers Estrion es un ejemplo. Un buen ejemplo.
Loli aseguran que estar en Vall d’Alba “solo nos ha traído ventajas porque la relación con los clientes, que también son vecinos y amigos, es mucho más directa y cercana. Existe una mayor fidelidad de los clientes. De hecho, tenemos clientes que, cuando eran chavales de 15 o 16 años, ya nos traían a reparar sus motos y ahora vienen con sus coches… Y eso es realmente gratificante”. De hecho, solo considera que existe una pequeña desventaja frente a un taller de Castellón, “y es que lo suministros que necesitamos no los tenemos a los 15 minutos, sino que tardan un poco más pero, sinceramente, no es algo grave”, matiza.
“Nuestra decisión, aunque es cierto que era arriesgada, no ha hecho más que darnos grandes satisfacciones”, explica Loli, quien se muestra feliz –y orgullosa- de la marcha de su empresa. “De hecho, ahora mismo tenemos contratados a dos trabajadores a tiempo completo y a un estudiante a tiempo parcial. Es nuestra modesta aportación para crear riqueza a un pueblo que nos ha acogido con los brazos abiertos. Aquí, todos nos conocen y todos nos aprecian”, puntualiza.
A la evolución de la empresa ha sido imparable. En 2008 abrió sus puertas como taller de chapa y pintura, en 2009 se incorporó el servicio de mecánica y neumáticos, y se compró la nave que ocupa desde el primer día. En 2018 se amplió el local con el alquiler de una nave contigua y, además, “todos los años hemos ido adquiriendo nuevas máquinas o mejorando y modernizando las que ya tenemos para ofrecer el mejor servicio posible”.
Y ahora, en 2022, y gracias a los fondos Leader y a la gestión del Grupo de Acción Local Maestrat-Plana Alta, Tallers Estrion ha ampliado su cartera de servicios al incorporar una grúa, “y nuestro negocio está creciendo mucho, hasta el punto de que nos estamos planteando contratar en breve a un trabajador más”. Para Loli, la adquisición de la grúa “ha marcado un antes y un después en nuestra empresa”.
Los fondos Leader han abierto una nueva puerta a Tallers Estrion, “porque de otra manera hubiera sido muy difícil haber comprado una grúa, y a demás, los técnicos del GAL nos han ayudado mucho a que todo el proceso burocrático haya sido muy fácil y que todo saliera a la perfección. Nosotros, de hecho, ya tenemos en mente nuevos proyectos para una próxima convocatoria”.
Loli Ortiz se siente feliz de aquella decisión de 2008. “El mundo rural ofrece muchas alternativas para los emprendedores, pero hay que emprender con cabeza y trabajar mucho. Nadie te regala nada”.