Desde el Grupo de Acción Local Maestrat Plana Alta trabajamos para ayudaros a hacer realidad vuestras empresas en los pueblos, para generar nuevas oportunidades de futuro en nuestro territorio, ilusión por lo rural.
Hoy os presentamos a Héctor Borrás, arquitecto, quien gracias a su talento y al programa de ayudas LEADER ha podido poner en marcha su propio estudio de arquitectura en Cabanes. Hemos conversado con él y el resultado es esta pequeña entrevista que seguro puede servir de inspiración a muchos jóvenes profesionales que piensan en emprender en un futuro su propio proyecto profesional.
P. ¿Cómo te surgió la idea de emprender tu proyecto profesional en el pueblo?R. Con una experiencia de más de 10 años en el sector de la edificación y después de haber trabajado en diferentes empresas de promoción, construcción y estudios de arquitectura a nivel internacional; el hecho de querer volver a mis orígenes y querer vivir en mi pueblo, Cabanes, me hizo replantear la situación de la edificación en estos ámbitos rurales. En este tipo de entornos en los que la industria de la construcción ha estado siempre poco especializada, poner a disposición del cliente unos recursos propios de grandes constructoras y métodos de gestión de proyectos reservados para las grandes urbes ha abierto un nicho de mercado para los servicios que ofrece nuestra empresa y ha cambiado la forma de llevar a cabo un proyecto arquitectónico, siendo ahora un proceso mucho más personalizado, tecnificado y profesional.
P. ¿Cuáles han sido las principales dificultades con las que te has encontrado para poner en marcha tu negocio?
R. En nuestro caso, la búsqueda de un local que se ajustara a las necesidades establecidas, ha podido ser uno de los mayores quebraderos de cabeza. Tras buscar diferentes inmuebles, locales en planta baja y viviendas con posibilidades de transformación, hemos puesto en marcha nuestra oficina en una vivienda reconvertida a oficina en una localización céntrica de la localidad, en un edificio de nueva construcción, correctamente iluminado y ventilado, además de disponer de ascensor para posibilitar el acceso universal de cualquier persona hasta nuestras instalaciones. La limitación de la oferta de locales adecuados en el pueblo sin duda ha marcado la puesta en marcha de la empresa.
P. ¿En qué te ha ayudado el Grupo de Acción Local Maestrat Plana Alta?
R. El contacto con el personal del Grupo de Acción Local ha sido continuo, asesorándonos desde el principio con la constitución de la empresa hasta el final con la incorporación de las últimas inversiones en marketing y comunicación.
P. ¿Qué ha sido lo más positivo de tu experiencia con nosotros?
R. La cercanía es lo que probablemente más se agradece en este tipo de procesos ya que, a pesar de estar correctamente informados de las bases de las ayudas, siempre nos encontramos en terreno pantanoso cuando se trata de procedimientos administrativos y presentación de documentación. En estos casos, la rapidez y claridad de respuesta de la gerente de nuestro Grupo de Acción Local, es decisiva para una correcta tramitación del expediente.
P. ¿Cómo valoras trabajar en el pueblo?
R. Querer trabajar en el pueblo es buscar una forma de vida concreta. Se trata de poder compaginar vida profesional y familiar a la perfección. Escuchar día a día a vecinos que depositan en ti su confianza para construir su casa, por ejemplo, es muy gratificante; y más cuando continúa ese contacto meses después de haber realizado el servicio y siguen encantados con el resultado. El contacto tan cercano con la gente que ofrece un pueblo es sin duda un punto positivo.
P. ¿Puntos fuertes de trabajar en un pueblo, y puntos débiles?
R. Uno de los principales puntos fuertes de trabajar en un pueblo es la comodidad, pues puedes tener tu centro de trabajo a pocas calles de tu domicilio con todas las ventajas que esto supone.Como puntos débiles podríamos apuntar la necesidad de desplazamiento, ya que las empresas de servicios como la nuestra, emplazadas en entornos rurales, deben abarcar un mayor ámbito geográfico para poder conseguir el mismo volumen de negocio que una gran ciudad puede ofrecer en unas pocas manzanas a la redonda.
P. ¿Hay algo que eches de menos respecto a una ciudad?
R. Definitivamente no, localidades como Cabanes así como gran parte de la comarca de la Plana Alta, están conectadas a la perfección con la capital de provincia y el hecho de realizar cualquier trámite administrativo puede suponer poco más de 15 minutos de desplazamiento en coche, algo perfectamente asumible comparado con la calidad de vida que te reporta vivir y trabajar en una pequeña población del interior.
P. ¿Cómo es la calidad de vida en el pueblo?
R. Podríamos predicar con adjetivos tan recurrentes como que se trata de un modo de vida más tranquilo o más natural, pero la realidad es bastante más sencilla. Vivir en un pueblo te hace valorar cosas tan simples como saludar cada mañana a todo aquel que se cruza en tu camino a la panadería, a comprar el pan que ha cocido tu panadero, el de siempre. Vivir en un pueblo significa poder salir 15 minutos del trabajo para tomarte un café con amigos o terminar el día jugando con tu hijo en plena calle y tomarnos un helado después de cenar, sentados al fresco. ¿Hace falta algo más?
P. ¿Qué le dirías a alguien que se esté planteando dar el paso de volver o quedarse en el pueblo para iniciar su proyecto empresarial?
R. Precisamente he tenido conversaciones con amigos y conocidos en esta tesitura. Está en la mano de cada uno el estilo de vida que quiera llevar, si más rural o bien más “urbanita”. Es un tema de mentalidad creo yo, se trata de visualizar tu vida en un futuro, si te ves viviendo y trabajando en el pueblo o no. Aparte de querer o no, se trata también de poder, pues la viabilidad del proyecto estará también ligada al tipo de actividad que quiera llevar a cabo cada persona, porque no todas las actividades son económicamente viables en entornos rurales. Aún así, si la idea es buena y esa persona puede ofrecer algo novedoso y enriquecer a la sociedad con su servicio o producto, vale la pena intentarlo. La recompensa en calidad de vida no tiene precio.
P. Haz una valoración de la experiencia junto al Grupo de Acción Local, cualquier cosa que nos puedas contar nos ayudará a seguir mejorando.
R. En general mi valoración es positiva, son acciones necesarias en entornos como el nuestro. Para muchas personas que se planteen emprender un negocio, como es mi caso, el impulso económico de las ayudas LEADER y toda la formación relacionada que ofrece el Grupo de Acción Local son vitales para tomar la decisión definitiva y sirven de respaldo durante los primeros años de la actividad, siempre llenos de incertidumbres.
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